Elegir el tipo de alojamiento o hosting de nuestra web es fundamental para su posicionamiento en los motores de búsqueda.
Este factor determinará en gran medida la velocidad de carga, es decir la cantidad total de tiempo que tarda una web en cargarse.
Cuanto más baja sea, más facilitaremos el trabajo de rastreo e indexación a Google.
Una web con una velocidad de carga optimizada tarda entre 3 y 5 segundos en cargarse. Más tiempo puede implicar una tasa de abandono alta, algo nada deseable para los intereses de tu empresa.
Podemos decir entonces, que este factor es relevante, desde el punto de vista de Google y del usuario.
A la hora de elegir un hosting debemos de tener en cuenta si es compartido o no.
El hosting compartido es la solución más utilizada en proyectos pequeños/medianos, ya que un alojamiento en el que solo esté nuestra web será mucho más caro. Sin embargo, optar por esta opción nos permitirá beneficiarnos de una velocidad de carga mucho más rápida.
Para Google conseguir una buena experiencia de usuario es fundamental.
Imaginemos que tenemos una tienda onlìne de alimentación y que la página web cumple con las optimizaciones SEO On page más importantes, pero tarda en cargar de media más de 6 segundos.
¿Crees que Google te va a mostrar en los resultados orgánicos? Y aunque así fuera: ¿crees que un usuaroi esperará tanto tiempo para visualizar el contenido?
La lógica y la experiencia nos dice que no.
Además de la posibilidad de adquirir un servidor dedicado, existen diversas opciones que nos permitirán tener mejor velocidad de carga, y por consiguiente, mejor posicionamiento web.
Podemos contratar un servidor dedicado, un servidor VPS, o montarnos un servidor propio, para el que necesitaremos conocimientos avanzados para su configuración óptima.
En https://comprardominioyhosting.es/ puedes comparar diferentes hosting de las principales empresas que ofrecen este servicio en España.
Entre ellas destacan Webempresa, Raiola Network, SiteGround o Go Daddy.